Dr. Jesús Castillo
OFTALMÓLOGO
Rellenos con ácido hialurónico
El ácido hialurónico es una sustancia que se halla en el organismo del ser humano y de los animales, es producido y sintetizado por el propio organismo. Forma parte de la piel, en la que atrae y retiene agua, aportando de esta manera volumen e hidratación. Con el correr de los años y el proceso normal de envejecimiento, la concentración del ácido hialurónico de la piel va disminuyendo, lo que determina la pérdida de la hidratación, del contorno y del volumen, originando la aparición de arrugas en la superficie cutánea como las perioculares (patas de gallo) y la disminución del volumen de algunas zonas como los labios, los pómulos, ojeras, etc.
El ácido hialurónico se ha logrado sintetizar y fabricar y es hoy utilizado en medicina estética para rellenos faciales. Se presenta en forma de un gel estéril para ser inyectado directamente en la piel de acuerdo a la necesidad de cada paciente en particular, recuperándose el volumen y el contorno perdido por el envejecimiento. Al aplicarse por ejemplo en los labios, éstos aumentan su volumen y cuando es aplicado en los surcos, disminuye la profundidad de la depresión.
Los resultados varían en función del paciente y de la zona en la que sea inyectado pero el promedio de duración es de 9 meses a 1 año. El ácido hialurónico es un relleno facial reabsorbible, lo que significa que el propio organismo lo va degradando gradualmente una vez inyectado, hasta su desaparición meses más tarde.
Las zonas faciales que se pueden tratar son: las patas de gallo o arrugas perioculares externas, las arrugas perilabiales, los surcos nasoyugales u ojeras, los surcos nasolabiales, las mejillas…
El procedimiento es muy breve, dura sólo unos minutos y se realiza en consultorios médicos debidamente preparados para ello. Es un tratamiento ambulatorio no-quirúrgico. En la mayoría de los casos no es siquiera necesaria la anestesia local, ya que no duele. El paciente puede sentir una leve molestia totalmente tolerable
Como efectos secundarios, tras la aplicación la piel puede enrojecerse, pueden aparecer hematomas, hinchazón y molestias en la zona de aplicación. En la mayoría de los casos los efectos secundarios de los rellenos faciales desaparecen en las 48 horas posteriores a la aplicación.