Dr. Jesús Castillo
OFTALMÓLOGO
La palabra LASIK procede de las iniciales en inglés de queratomileusis in situ asistida por láser, es decir, tallado de la córnea mediante la aplicación de láser.
Se trata de una técnica quirúrgica que comenzó a utilizarse en el año 1991 y cuya práctica desde entonces ha aumentado de forma exponencial.
El primer paso se realiza con ayuda de un aparato llamado microqueratomo o bien mediante el láser femtosegundo (todavía más preciso), que levanta una laminilla de la córnea pero sin seccionarla en su totalidad sino manteniendo una unión a la misma.
Sobre el lecho de la córnea se aplica el láser, lo que provoca un tallado o moldeamiento de la superficie. Se trata de un láser denominado excimer, que mediante la excitación de un conjunto de gases emite una luz ultravioleta que vaporiza una pequeñísima porción de la córnea con una precisión de 0,25 micras (un cabello humano tiene un grosor de más de 100 micras). En la miopía el láser adelgaza el centro de la córnea, que queda más aplanada; en la hipermetropía realiza un adelgazamiento más periférico, quedando más curvada; y en el astigmatismo aplana más un meridiano que el otro.
A continuación se vuelve a colocar la laminilla en su posición inicial y queda adherida por sí misma sin necesidad de aplicar puntos de sutura.